La complicada situación política que atraviesa Turquía, con las medidas drásticas adoptadas por el Gobierno turco contra los disidentes, así como su participación en la guerra civil de la vecina Siria y la creciente amenaza terrorista han provocado un aumento de las importaciones de oro en el país el pasado mes de diciembre, según apunta en su blog el comentarista de metales preciosos Lawrie Williams.
Las importaciones se elevaron a 36,7 toneladas en diciembre, 4,65 toneladas más que en el mismo mes de 2015 y la cifra más alta de importaciones mensuales de los últimos dos años. Respecto al año completo, las importaciones se elevaron a 106,2 toneladas en 2016, una cifra más de dos veces superior a las 48,7 toneladas importadas en el año 2015.
Según comenta Lawrie Williams, “Turquía ha sido un elemento clave para que el oro fluya hacia otras naciones de Oriente Medio, especialmente a Irán cuando ésta estaba sometida a sanciones por parte de la comunidad internacional. Turquía es un gran importador de gas natural procedente de Irán y pagaba estas importaciones con oro, lo que le permitía a Irán eludir las sanciones”.
Pese a Turquía cuenta con un floreciente sector minero de oro, su producción de 2015 apenas fue de 27,4 toneladas, menos que en los dos años previos. Su producción minera alcanzó su mejor cifra en 2013, cuando alcanzó las 33,6 toneladas de oro. Se espera que en los próximos años se vuelva a recuperar la producción, con la explotación de nuevos depósitos que actualmente están en estudio.
“Si consideramos a Turquía un país europeo (como ellos mismos hacen) y a Rusia como un país asiático, Turquía sería el mayor productor de oro, con diferencia, de Europa, aunque técnicamente el metal proceda en su mayoría de minas situadas en la región de Asia Menor”, apunta Williams.
Según la Asociación Turca de Mineros de Oro (TGMA, por sus siglas en inglés), el país alberga algunos de los mayores depósitos de oro del mundo, con reservas de 800 toneladas y posibles recursos de hasta 5.700 toneladas. Sin embargo, y a pesar de que las predicciones de la TGMA apuntaban a una cifra cercana a las 50 toneladas de oro extraídas en 2015, problemas en los permisos y en la expansión de nuevos proyectos redujeron considerablemente la cifra. Para el año 2016 la previsión de la TGMA fue bastante más realista: 30 toneladas.
Según el Consejo Mundial del Oro, Turquía es el décimo tercer mayor poseedor de oro, con 452,5 toneladas de oro en sus reservas. “Sin embargo -apunta Williams- Turquía incluye en este total de reservas las que poseen sus bancos comerciales, por lo que esta cifra es más susceptible de variación que en la mayor parte de los países”.
Además de actuar como correa de transmisión del oro hacia Irán, Turquía es también un importante consumidor de oro. De hecho, sus ciudadanos tienen especial afinidad por este metal. Según se puede leer en la introducción a un informe del Consejo Mundial del Oro de 2015 sobre el papel del oro en Turquía, llamado ‘Turquía: Oro en acción’: “a una media de 181 toneladas anuales durante la última década, Turquía es el cuarto mayor consumidor de oro del mundo, acaparando un 6% de la demanda global. Estimamos que los ciudadanos turcos han acumulado al menos 3,5 toneladas de oro “bajo el colchón””.
Según Williams, “esto demuestra el papel tan importante que desempeña Turquía en le ecuación suministro global/demanda/acumulación. Aunque su posición como importador está lejana de China e India, su papel es importante como gran consumidor de oro, así que el aumento de la cifra en diciembre constituye un importante indicativo de hacia dónde va a ir la demanda de oro en zonas conflictivas o sus inmediaciones”.