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Seguro que te lo pensarás dos veces antes de dejar estas chanclas sin vigilancia

La empresa italiana Beechic, que se autodefine como dedicada al calzado de lujo, ha sacado al mercado las sandalias ‘flip-flop’ más caras del mundo. Un auténtico derroche de imaginación y diseño en unas chanclas «piscineras de toda la vida» convertidas en joya gracias al uso de oro de 24 quilates, diamantes y zafiros.

Virtuosa es el nombre del exclusivo modelo presentado por Beechic en colaboración con artesanos joyeros de Arezzo, localidad de la Toscana famosa por su orfebrería. Tras más de dos años de estudio, la empresa zapatera, con sede en Livorno, ha presentado unas chanclas en las que el detalle, el adorno de las mismas es lo que las convierte en únicas.

La parte superior de este calzado tan veraniego se han tejido completamente a mano usando satén francés, al que se le han añadido dos joyas a modo de adorno. En cada chancla se han dispuesto flores hechas en oro de 24 quilates, en el que se han engarzado nueve zafiros naturales corte marquesa (suman un total de 18 quilates) y 3 diamantes blancos corte brillante (3 quilates). Todo ello garantizado por la certificación IGI-HRD de Bélgica.

 

Virtuosa se vende con una garantía de mantenimiento de un siglo. Pero 100 años son demasiado tiempo para soportar decentemente el paso de las modas.

Estamos hablando de una empresa italiana, y como no podía ser de otra forma, Beechic ha pensado qué pasaría si este calzado pierde un atisbo de estilo. La respuesta es sencilla, el cliente puede solicitar que tan magníficos adornos se separen de las chanchas, convirtiéndose así en dos joyas de colgante idénticas. Esta transformación ya está incluida en el precio.

 

Estas sandalias de playa tienen un precio de 290.000 euros. Diseñadas originariamente para el mercado de lujo de Oriente Medio, como llave de entrada de Beechic a los Emiratos Árabes Unidos principalmente, lo cierto es que la compañía las distribuye a todo el mundo.

«Crear objetos que asombren tanto al portador como al observador», es el leitmotiv que ha llevado a esta empresa italiana a producir tan ostentosa creación. Lo que desconocemos es si estas chanclas de más de cuarto de millón de euros, además de bonitas, evitarán a sus dueños los humillantes y siempre inoportunos resbalones sobre suelo mojado. A lo mejor también incluye tecnología punta para evitar ese sonido tan chirriante y agudo que caracteriza a los andares con unas flip-flop. Quién sabe.

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