El diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela, Ángel Alvarado Rangel, opositor al régimen de Nicolás Maduro, afirmó recientemente a la cadena alemana Deutsche Welle “DW” que el líder bolivariano está vendiendo continuamente el oro del país de una manera oculta. El rastreo del oro venezolano llega hasta países como Turquía, Emiratos Árabes Unidos o Uganda
“Maduro vende continuamente oro”, dice el diputado opositor venezolano Ángel Alvarado a Deutsche Welle “DW”. El parlamentario Ángel Alvarado Rangel, perteneciente a la formación Mesa de la Unidad democrática MUD, lleva desde hace tiempo siguiendo los caminos trazados por el metal precioso que sale de las arcas del Estado de Venezuela, asegurando que “la venta de ese oro se mantiene oculta”.
Por otra parte, el profesor Günther Maihold, de la Universidad Freie de Berlín y miembro de la Fundación Ciencia y Política, no descarta incluso una venta masiva del metal dorado. “Los metales preciosos son una forma de inversión que se puede convertir rápidamente en efectivo y también se puede mover más allá del sistema financiero internacional”, comentó Maihold a DW.
Incluso las cifras oficiales reflejan este desarrollo. Así, desde finales de 2014, las reservas de oro de Venezuela han disminuido de manera constante y se han reducido a la mitad a principios de este año. El precio del petróleo, la fuente de divisas más importante de Venezuela, también descendió fuertemente en 2014. El supuesto indica que Nicolás Maduro siguió adelante con los programas de redistribución del “socialismo del siglo XXI” tras el fin del auge del petróleo, en parte, gracias a la venta de reservas de oro.
Habida cuenta de que la miseria económica de Venezuela ha aumentado, la venta de oro también se está acelerando. Las sanciones a las exportaciones petroleras venezolanas por parte de Estados Unidos han aumentado la presión sobre el gobierno desde enero. “El oro es actualmente una de las pocas fuentes restantes de divisas” para el gobierno, dice Alvarado.
Además del oro de las bóvedas del Banco Central, el oro en minas de Venezuela también desempeña un papel importante en esto. En total, la organización World Gold Council registró una producción de 23 toneladas en 2017. En comparación con el resto de países iberoamericanos, Venezuela produce poco oro, pero tiene grandes depósitos. Al igual como ocurre con el petróleo, Venezuela carece de la capacidad para procesar el oro.
Esta labor de procesamiento solía hacerse en Suiza, que realiza esa labor con el 40 por ciento del oro extraído en todo el mundo. Pero las amenazas de embargo han dado un giro a esos acuerdos de refinado en el país helvético: “Tenemos un acuerdo con Turquía para la refinación de nuestro oro”, dijo el año pasado el ministro de Desarrollo Minero Ecológico venezolano Víctor Cano. “Imagínese que lo hacemos en Suiza y lo retienen debido a las sanciones”, añadió.
Sin embargo, no hay pruebas del regreso de lingotes ya refinados por parte de Turquía, según el periódico “Tagesspiegel”. Tan solo ayudas sociales y sanitarias han aterrizado procedentes de Estambul en el aeropuerto de Caracas, sobre todo en los primeros meses de 2018.
Hasta 2011 Caracas tenía todavía sus reservas de oro distribuidas en bóvedas por todo el mundo. En ese momento, el entonces presidente Hugo Chávez cambió de opinión y hoy se sabe que menos de 60 toneladas permanecen en el extranjero, la mitad de ellas, según “Tagesspiegel”, en Rusia.
Pero la necesidad parece grande, por lo que a principios de este año hubo informes que señalaban que 15 toneladas de oro habrían pasado de las dependencias del Banco Central del país sudamericano a Emiratos Árabes Unidos. En otros lugares, el oro venezolano está apareciendo repentinamente. Por ejemplo, las autoridades de Uganda encontraron 7,4 toneladas de oro, aparentemente entradas de contrabando al país africano.
Las ventas de oro son muy molestas para Estados Unidos que quiere cortar el flujo de dinero al gobierno de Maduro mediante sanciones, lo que incluye una prohibición para que las compañías estadounidenses no comercialicen oro venezolano.
La oposición venezolana también está molesta, pues la venta de oro se ha llevado a cabo sin el consentimiento de la Asamblea Nacional, tal como lo ha lamentado el diputado Carlos Paparoni, que es parte del equipo del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó. Él estima que el año pasado el Banco Central vendió un total de 73 toneladas correspondientes a las reservas de oro venezolano.
Por su parte, la agencia Reuters citó fuentes del Banco Central de Venezuela a mediados de abril, que han hablado de 30 toneladas vendidas desde principios de año. Las reservas del metal dorado se habían reducido a unas 100 toneladas, lo que corresponde a un valor de poco más de cuatro mil millones de dólares.
“Me temo que al final no quede nada de nuestras reservas de oro”, dice Ángel Alvarado. Si los números de Reuters son correctos y el Estado mantiene el ritmo actual de ventas, entonces los temores de Alvarado podrían hacerse realidad a comienzos de 2020.
Según el World Gold Council, Venezuela tiene actualmente 161,2 toneladas de oro en sus reservas nacionales, ocupando el puesto número 26 del ranking mundial.