El oro mantiene el potencial para seguir creciendo durante el primer trimestre de 2021, en el que alcanzará un precio medio de 2.200 dólares la onza, según un reciente informe del banco francés Société Générale.
El mercado del oro va a seguir moviéndose durante el primer trimestre de 2021, aunque podría experimentar una corrección provocada por la paulatina vuelta a la normalidad en la economía global y los mercados financieras.
Es la principal conclusión de un reciente informe publicado por el banco francés Société Générale, en el que sus analistas revisan al alza la estimación del precio medio del oro para el primer trimestre de 2021, fijándolo en 2.200 dólares la onza.
“Conforme se vaya disipando la pandemia, somos menos optimistas sobre el oro, ya que las economías se irán recuperando y la situación general volverá a algo parecido a la normalidad”, señala el informe.
Según los analistas del banco, el factor crítico para que el precio del oro se mantenga en su nivel actual es la demanda de los ETF. Si ésta sigue creciendo como lo ha hecho durante este verano, con flujos que superan en un 41% los obtenidos el año pasado, el metal podría dispararse por encima de los 3.000 dólares la onza en el plazo de 12 meses.
Sin embargo, se trata de una posibilidad remota, ya que, según el informe, “no creemos que el patrimonio de los ETF se vaya a incrementar en un 41% durante los próximos 12 meses. Eso significaría un aumento de 1.382 toneladas, lo que parece bastante improbable, teniendo en cuenta que los mayores gestores de fondos y muchos inversores particulares ya han incrementado sus posiciones en oro”.
En su lugar, desde el banco francés apuestan por un crecimiento del 9,5% en la demanda de ETF, lo que llevaría el precio del oro por encima de los 2.000 dólares la onza.
Otro de los factores que van a influir en la demanda de inversión va a ser la forma en que se va a producir la recuperación económica. El caso base para Société Générale es una recuperación en ‘L’, que permitirá mantener bajos los tipos de interés, lo que constituye una ventaja para el oro.
“Este escenario está basado en la asunción de que las actuales medidas monetarias y fiscales no van a ser capaces de evitar una nueva crisis financiera y económica global”, señalan.
El riesgo de este escenario es una importante corrección en los mercados de capitales, similar a la que tuvo lugar el pasado mes de marzo, y en la que el oro podría volver a verse afectado por el desapalancamiento.
Sin embargo, el informe apunta que el resultado más probable es que los inversores salgan de activos como las acciones, ante la caída de la confianza en los mercados, y regresen al oro.
“En caso de que se produzca una recuperación en ‘L’, los flujos hacia los ETF de oro van a mantener el impulso para que el precio del oro siga subiendo. Como hemos subrayado, si se vuelven a registrar flujos de la magnitud de los que se produjeron de mayo en adelante, el precio podría subir hasta los 3.000 dólares la onza”, señalan,
Otro factor favorable para el oro que apuntan desde el banco francés es una posible crisis de deuda provocada por la inyección de capital sin precedentes que se está llevando a cabo en los mercados financieros.
“Con la economía global entrando en una recesión plena, el objetivo de los gobiernos de mejorar su situación fiscal va a verse comprometida durante los próximos años. El crecimiento de la deuda puede no ser sostenible y si tiene lugar una crisis de deuda soberana, le seguirá la inversión en oro”, aseguran los analistas.
Con todo, el riesgo más significativo al que se enfrenta el oro es que se registre una recuperación de la economía global antes de lo esperado: “nuestro escenario más optimista, una recuperación en forma de ‘V’ simétrica en vez de inclinada, sería el peor de los escenarios posibles para el oro, ya que acabaría con la preocupación en los mercados de capitales y con las políticas monetarias moderadas. Conforme los inversores fueran liquidando su oro, volverían los recuerdos de la caída del precio del oro en 2013”.