La mina de plata de Peñasquito, la segunda por volumen de extracción en México, operada por la compañía Newmont Goldcorp, suspendió sus actividades el pasado 27 de marzo, debido al litigio que mantiene con la comunidad local por su excesivo consumo de agua y con uno de los contratistas de transporte.
La mina de plata de Peñasquito es la segunda mayor de México, por detrás de Saucito, y ha llegado a producir en un año más de 500.000 onzas (15,5 Tm) de oro y 25 millones de onzas (777 Tm) de plata.
El año pasado, la producción de plata de Peñasquito (explotada por la recién fusionada Newmont Goldcorp) se elevó a 18,3 millones de onzas (570 Tm), por debajo de la mina de Saucito, explotada por Fresnillo, que produjo 19,8 millones de onzas (616 Tm).
Justo cuando se está ultimando la fusión entre las mineras Newmont y Goldcorp, la compañía se vio obligada a suspender las operaciones en una de sus minas estrella, situada en México, el mayor productor mundial de plata.
Una decisión que ha sido motivada por el enfrentamiento con la comunidad local a raíz de las acusaciones de ésta sobre el excesivo consumo de agua de la mina, además de un litigio con uno de los contratistas de transportes.
Al margen de los problemas con el transporte, el conflicto con la comunidad local por los derechos del agua viene de lejos, concretamente desde que la mina de Peñasquito comenzó sus operaciones, en el año 2010.
Según una investigación realizada por desde la McGill University (Canadá), la mina de Peñasquito (propiedad hasta ahora de la compañía Goldcorp), estaba consumiendo el triple de la cantidad de agua que se acordó inicialmente.
La enorme mina a cielo abierto, localizada en el estado de Zacatecas, consume habitualmente el triple del agua que se suministra a la ciudad del mismo nombre, que cuenta con 129.000 habitantes.
Según explican desde Money Metals Exchange, para hacerse una idea de la ingente cantidad de agua que consume esta mina, hay que acudir a los datos que publicó la compañía Goldcorp en su Informe de Sostenibilidad 2017, en el que se refleja que se suministraron en el conjunto del año 7.900 millones de galones de agua (unos 30 millones de metros cúbicos, el equivalente al contenido de 12.000 piscinas olímpicas). De esa cantidad, el 93% procedía de aguas subterráneas.
El motivo de este ingente consumo de agua en la mina gestionada por Goldcorp está en la gran cantidad de roca que tiene que procesar para extraer el mineral: para obtener las 570 toneladas de plata que produjo la mina de Peñasquito en 2018, hubo que procesar 32,5 millones de toneladas de roca.
La incógnita, según los expertos locales, está en saber durante cuánto tiempo se va a prolongar este cierre. La reciente elección como presidente de Andrés Manuel López Obrador puede suponer, según algunos analistas, que las compañías mineras encuentren cada vez mayores dificultades para operar en México, en comparación con las facilidades que han tenido hasta ahora por parte de los anteriores gobiernos.
Se calcula que el cierre de la mina de Peñasquito provocaría que México redujera su producción de plata entre 18 y 20 millones de onzas (560 a 622 Tm), el equivalente a la media de producción de plata de la segunda mina más productiva del país en los últimos años.
La producción de plata en México está garantizada, no obstante, por la cantidad de metal que se extrae en las otras grandes minas del país, gestionadas por la compañía local Fresnillo: Saucito, Fresnillo y San Julián.
En comparación con estas tres, cuya producción conjunta fue de 72,4 millones de onzas (2.250 Tm) en 2018, para lo cual procesaron 11,8 millones de toneladas de roca, la mina de Peñasquito necesitó procesar tres veces más material para obtener seis veces menos metal.
En otras palabras, la concentración de oro obtenido en esta mina durante el año pasado fue de unos discretos 0,24 gramos/tonelada, mientras que la de plata fue de 16 gramos/tonelada. Cifras que no resisten al ser comparadas con la media de las cuatro mayores mineras de oro en 2018 (1,26 gramos/tonelada) o las ocho mayores mineras de plata (233 gramos/tonelada).
Es decir, que la mina de Peñasquito tiene que mover cinco veces más material para obtener la misma cantidad de oro que las cuatro primeras, o 15 veces más para obtener la misma plata que las ocho primeras.
De ahí el ingente gasto en agua que, además, supone también un importante consumo de energía: en 2017, la mina obtuvo menos de la quinta parte de la producción total de oro de Goldcorp, pero consumió el 60% de la energía del grupo. Y en 2018 solo produjo el 12% de oro.
De momento, la compañía informa en su página web de que está negociando con las autoridades mexicanas y con los líderes sindicales el “fin de este bloqueo ilegal”.