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Un parche de plata permitirá detectar en apenas unos minutos la fibrosis quística

Parche de plata para detectar la fibrosis quística

La ciencia médica continúa avanzando y descubriendo nuevas formas de diagnosticar enfermedades con métodos cada vez más sencillos, gracias a las posibilidades que ofrecen materiales como la plata. Este metal ha permitido crear un sencillo método para detectar y diagnosticar en apenas unos minutos una enfermedad tan grave como la fibrosis quística.

Este nuevo método, desarrollado por equipos de investigadores de la Universidad de Hawaiʻi – Mānoa y de la Northwestern University de Illinois (EEUU), se basa en una prueba ya conocida: la posibilidad de detectar la fibrosis quística, una enfermedad hereditaria grave, por medio del análisis del sudor del paciente.

Los test se basan en el análisis de la conductividad eléctrica de la piel, ya que los pacientes afectados de fibrosis quística muestran grandes concentraciones de iones de cloruro en el sudor. Estos iones son buenos conductores de la electricidad.

Sin embargo, estos tests requieren de un equipamiento especial que no siempre está disponible. Además, muchos pacientes, especialmente los infantiles, no producen suficiente sudor para que se puedan tomar muestras adecuadas, por lo que los médicos deben inducir la sudoración por medios químicos. Este proceso puede llevar más de media hora, lo que genera ansiedad, especialmente en los niños.

A ello se une el hecho de que es fundamental un diagnóstico precoz de la fibrosis quística, una enfermedad hereditaria que causa graves daños en los pulmones y el sistema digestivo, para empezar a tratar a los pacientes cuanto antes.

La investigación conjunta llevada en las universidades de Hawaii e Illinois permite eliminar una buena parte de estos obstáculos. Los investigadores han desarrollado un parche adhesivo, hecho de plata tratada con cloro, que se aplica a la piel del paciente, absorbiendo su sudor y cambiando de color cuando detecta la presencia de iones de cloruro (ver imagen).

Se trata de un test muy sencillo, que no requiere de energía eléctrica ni precisa provocar la sudoración del paciente, y cuyos resultados están disponibles en apenas unos minutos.

Según uno de los autores del estudio, Tyer Ray, el parche es muy cómodo y prácticamente no se nota. Además, es capaz de absorber hasta un tercio más de sudoración que el método eléctrico habitual, por lo que el mayor volumen de líquido proporciona un resultado más preciso.

Para detectar y cuantificar el cambio de color en el parche se utiliza la cámara de un smartphone, que indica si existen trazas de la enfermedad.

Según Tyer Ray, “el uso de un adhesivo blando y suave, que no daña la piel, nos permite interactuar con la piel de un recién nacido sin ningún riesgo. El parche queda sellado, de forma que recoge el sudor de la piel con una eficiencia perfecta, sin necesidad de repetir el test. Estamos muy orgullosos de haber logrado eliminar la espera en el diagnóstico de la enfermedad, pudiendo analizar el cloruro presente en el sudor simplemente con un parche y un smartphone”.

Las cifras de los autores del estudio revelan que la fibrosis quística afecta a al menos 70.000 personas en todo el mundo.

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