De vez en cuando aparecen ejemplos de honradez extrema que nos reconcilian con la condición humana y demuestran que somos capaces de lo peor, pero también de lo mejor. En este caso, hay que alabar el tesón y la determinación con los que una persona buscó a los legítimos propietarios de una decena de monedas de oro encontradas accidentalmente en una maleta vieja.
Como explican desde Gainesville News, el protagonista de esta increíble historia es Ahmed Yousef, un profesor universitario de nacionalidad egipcia, visitante en la Universidad de Colorado (EEUU) durante un año.
Durante los últimos días de su estancia de investigación en la universidad estadounidense, el profesor acudió a una tienda de objetos de segunda mano de Denver para comprar una maleta, ya que estaban realizando los preparativos para su regreso a Egipto.
Muy pronto se dio cuenta de que la maleta tenía algo de peso en uno de sus lados, ya que cada vez que la dejaba de pie, se caía al suelo. Tras revisarla, Yousef encontró algo que se les había pasado por alto tanto al donante de la maleta como al comerciante de la tienda de segunda mano: un sobre lleno de monedas de oro en uno de los bolsillos interiores.
En total, se trataba de una decena de American Eagles de oro, con un valor total superior a los 10.000 dólares. Lejos de felicitarse por su buena suerte, el profesor universitario puso todo su empeño en localizar al legítimo propietario que, sin duda, se había desprendido por error del sobre con las monedas.
Las únicas pistas de las que disponía eran un nombre, James Noble, y una dirección anticuada, que estaban escritas en el sobre. Durante los últimos días de su estancia en los Estados Unidos, Yousef se dedicó a tratar de localizar a esta persona. El problema es que, al consultar la guía telefónica local, averiguó que existían decenas de personas con ese nombre.
Ello no fue un obstáculo para el honrado profesor, que dedicó sus últimos días en los Estados Unidos a realizar decenas de llamadas telefónicas, para ir descartando candidatos. Según declaró posteriormente a la prensa, estaba dispuesto incluso a seguir sus investigaciones desde Egipto.
La investigación, además, tenía sus complicaciones, ya que no podía llamar a los candidatos y hablarles directamente de las monedas de oro encontradas. Como señala la información de Gainesville, Yousef es honrado, pero no tonto.
Tras nada menos que 75 llamadas telefónicas infructuosas, la septuagésimo sexta persona con la que habló le ofreció un detalle clave: se traba de un hombre que, junto a sus hermanos, habían donado recientemente una serie de objetos que pertenecieron a sus padres a varias tiendas de segunda mano de Colorado. El nombre de su padre era, precisamente, James Noble.
Yousef consiguió citarse con él en un hotel, a pesar de las lógicas sospechas que la misteriosa actitud del profesor universitario despertaba. La sorpresa que supuso el acto de devolución de las monedas de oro pertenecientes a su padre fue monumental y muy emotiva para ambos.
El trasfondo que queda de esta historia, aparte, evidentemente, de la honradez y generosidad extrema de este profesor universitario, es que el oro, en este caso los American Eagles, constituyen una forma idónea de mantener los ahorros y el poder adquisitivo, a lo largo de los años.
De hecho, las monedas de oro se han revalorizado desde que James Nobles las guardara en la maleta. Así que la inversión en oro es rentable y muy aconsejable… eso sí, teniendo claro dónde se guardan.