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Un sondeo del Consejo Mundial revela que los bancos centrales seguirán comprando oro

Lingotes de oro

Los bancos centrales van a seguir manteniendo un importante nivel de demanda de oro a corto y medio plazo, especialmente los de países con economías emergentes. El 11% de ellos asegura que comprarán más metal durante los próximos 12 meses.

Según la encuesta 2019 Central Bank Gold Reserves, realizada por el Consejo Mundial del Oro, los bancos centrales del mundo van a mantener un alto nivel de demanda de oro en 2019, similar o incluso superior al que los llevó en el año pasado a adquirir más de 650 toneladas de metal, la cantidad más alta desde 1971.

El 11% de los bancos centrales de los países emergentes aseguran que comprarán oro durante los próximos 12 meses, un porcentaje muy similar al registrado en la edición del año pasado de esta encuesta.

Las conclusiones del sondeo del Consejo Mundial del Oro revelan datos muy interesantes. Por ejemplo, que 7 de cada 10 bancos encuestados reconocen que tienen un nivel más alto de reservas que hace cinco años.

Otro dato: el 62% de los bancos centrales de países con economías emergentes consideran que estas reservas constituyen un colchón de protección frente a posibles crisis de pagos.

En cambio, en las economías más avanzadas, son más importantes cuestiones como los tipos de cambio y las consideraciones relativas a política monetaria.

Renmibi y oro

Por otro lado, los participantes en la encuesta creen que durante los próximos cinco años crecerá la importancia del papel de la divisa china, el renmibi, y del oro en las reservas de los bancos centrales.

En el cuarto trimestre de 2018, el dólar representaba el 55% de las reservas totales; el euro, el 18%; el oro, el 11%; y el renmibi, apenas el 2%. Ahora, las tres cuartas partes de los bancos centrales encuestados creen que el porcentaje del renmibi en las reservas va a crecer durante los próximos cinco años.

Un tercio creen que este crecimiento será sustancial, con el renmibi subiendo del 2 al 6 o al 10%.

Argumentos

En cuanto a los motivos por los que acumulan oro, 4 de cada 5 bancos centrales que han formado parte del sondeo, reconocen que cuentan con este metal como parte de sus reservas estratégicas. Esto se aplica tanto a los países emergentes como a los países desarrollados, aunque las motivaciones de ambos son diferentes.

Así, los bancos de países emergentes colocan como primeros objetivos de su inversión en oro el carácter de éste como depósito de valor a largo plazo y su imposibilidad de quebrar. El tercer lugar lo comparten dos argumentos: su papel como elemento de diversificación de la cartera de inversión y su trayectoria histórica.

En cambio, los bancos centrales de países desarrollados citan primero su carácter histórico.

Previsiones de futuro

Respecto al futuro, el 54% de los bancos centrales encuestados esperan que se incrementen las reservas de oro durante los próximos 12 meses. Sin embargo, cuando se les pregunta por sus propias previsiones, el 74% afirma que no tienen planes de incrementar sus reservas; el 8% planea aumentarlas; el 3% asegura que las reducirá; y el 15% está indeciso.

En el segmento de los bancos centrales de los países con economías emergentes, el 11% piensa aumentarlas y el 4%, reducirlas. Resulta significativo el hecho de que el 21% se muestra indeciso, lo que podría suponer un importante crecimiento de la demanda en caso de que el riesgo geopolítico continúe en aumento.

Gestión, formato y custodia

En cuanto a la gestión de las reservas, 9 de cada 10 bancos aseguran que separan las reservas de oro del resto de activos.

Más de la mitad (53%) compra el oro en el mercado global OTC (de las siglas en inglés de “over the counter”, “sobre el mostrador”, expresión con la que se designa al mercado extrabursátil).

El 19% realiza transacciones al margen del mercado, con otros bancos centrales u organizaciones internacionales. Y el 16% compra a los productores de oro locales.

El formato más común del oro comprado por los bancos centrales son los lingotes bancarizados Good Delivery, que son los que adquieren el 75% de los bancos que compran oro.

El 9% compra lingotes de un kilo, un formato muy extendido entre los bancos centrales de las economías emergentes.

El lugar de custodia más popular sigue siendo el Banco de Inglaterra: el 56% de los bancos centrales admite tener parte de sus reservas de oro en las cámaras acorazadas de Londres.

El 25% lo confía a sus instalaciones domésticas y al Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).

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