Las declaraciones de los traders implicados en casos de manipulación de los mercados del oro y la plata ponen de relieve que actuaron no solo con el conocimiento de sus superiores, sino que fueron ellos mismos quienes les enseñaron a realizar prácticas prohibidas como el ‘spoofing’. El último ejemplo ha sido el de un antiguo trader de Deutsche Bank.
David Liew, antiguo analista de Deutsche Bank AG, declaró como testigo ante un jurado de Chicago que dos traders senior de la compañía a quienes admiraba y con los que trabajó durante tres años fueron quienes le enseñaron cómo manipular los precios del oro y la plata.
Según Bloomberg, Liew declaró que tras su incorporación a la oficina del banco en Singapur manifestó que quería ser un jugador de equipo y ganar mucho dinero, así que comenzó a realiza actividades de ‘spoofing’, como le enseñaron sus colegas más veteranos Cedric Chanu y James Vorley.
El ‘spoofing’ es una práctica prohibida en los mercados que consiste en emitir falsas órdenes de compra o venta, que se retiran antes de ejecutarse y cuyo objetivo es influir en el resto de actores y provocar subidas o bajadas del precio que permitan a los traders obtener importantes beneficios.
Ambos traders de Deutsche Bank, Vorley y Chanu, están siendo juzgados por fraude y conspiración. Se les acusa de lanzar múltiples órdenes de compra y venta falsas entre 2008 y 2013. Se trata del último caso de ‘spoofing’ juzgado en los Estados Unidos, donde se lleva persiguiendo esta práctica desde que tuvo lugar el llamado ‘flash-crash’ que hundió el Dow Jones el 6 de mayo de 2010.
Liew, quien se ha declarado culpable de cargos de ‘spoofing’ y está cooperando con el Gobierno a cambio de clemencia, aseguró que se sentaba junto a Chanu en la oficina de Singapur entre 2009 y 2012, y que mantenía teleconferencias diarios con la oficina de Londres, donde se encontraba Vorley.
Según el testigo, aunque sabía que manipular los precios del oro y la plata era una práctica ilegal, las actividades de ‘spoofing’ estaban tan extendidas en el mercado y entre sus colegas que pensó que eran correctas.
Un ejemplo de las actividades descritas tuvo lugar el 26 de agosto de 2010, cuando Liew colaboró con Vorley para hacer subir el precio del oro. Liew colocó una orden de venta de 15 contratos de futuros de oro, por valor de 1,8 millones de dólares a precios de entonces, mientras que Vorley colocó una orden de compra de 80 contratos, por un valor de 9,9 millones de dólares. Cuando los precios subieron, Vorley canceló su orden y Liew ejecutó la suya de venta, obteniendo mayores beneficios.
Estas colaboraciones entre los tres para subir los precios cuando estaba a punto de realizarse una operación eran muy habituales. Según Vorley y Chanu, su actividad era completamente legal, ya que cancelar órdenes es un farol que se suele emplear en un mundo tan competitivo como el del trading de alta frecuencia, donde hay ordenadores que usan algoritmos para ejecutar operaciones masivas en el plazo de milésimas de segundo.
Ninguna de las actividades de estos traders fueron detectadas por el Departamento de Cumplimiento de Deutsche Bank, según pusieron de relieve los letrados de la defensa.
Desde la aprobación de las leyes anti ‘spoofing’ durante las reformas financieras conocidas como Ley Dodd-Frank, en 2010, los fiscales federales han incrementado la persecución de casos criminales y la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) ha iniciado más procesos civiles, con los que pretende garantizar la limpieza en el trading de metales preciosos y la eliminación de prácticas prohibidas como el ‘spoofing’.