Nuevas evidencias sobre la manipulación de los mercados de metales preciosos llevada a cabo por traders de importantes bancos de inversión mundiales. En este caso ha sido un antiguo trader de JPMorgan el que se ha declarado culpable de haber manipulado los mercados estadounidenses de metales preciosos durante años, con conocimiento y aprobación por parte de sus superiores.
Un antiguo trader del banco estadounidense JPMorgan ha admitido haber manipulado los mercados estadounidenses de metales preciosos durante unos siete años y ha implicado a sus supervisores en el banco.
Según ha informado el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, John Edmonds, de 36 años, se declaró culpable de un delito de fraude en el mercado de materias primas y de sendos delitos de conspiración para cometer un fraude informático, manipulación de precios y “spoofing” (una práctica ilícita consistente en lanzar grandes órdenes de compra para provocar una reacción en el mercado, y luego no ejecutarlas).
Edmonds trabajó durante 13 años en la sede de JPMorgan en Nueva York hasta que en 2017 abandonó la compañía. Según reconoció el acusado, entre 2009 y 2015 conspiró, junto con otros traders del banco, para manipular los precios de los contratos de futuros de oro, plata, platino y paladio, en los mercados controlados por el Grupo CME.
Este grupo de traders se dedicaba de forma habitual a emitir órdenes de compra que se cancelaban antes de ejecutarse, una práctica distorsionadora del precio que se conoce como “spoofing”.
Según el asistente del fiscal general, Brian Benczkowski, “durante años, John Edmonds estuvo involucrado en una sofisticada trama para manipular el mercado de contratos de futuros de metales preciosos para su propio beneficio, emitiendo órdenes de compra que no pensaban ejecutar”.
Edmonds, un empleado junior del banco con mayores beneficios del mundo, confesó que había aprendido esta práctica de otros traders más veteranos y que sus supervisores en la compañía eran plenamente conscientes de sus acciones.
El caso de John Edmonds se conoció gracias a la investigación realizada por la oficina de Nueva York del FBI. Su declaración de culpabilidad, por medio de un documento conocido como “información”, es fruto de un acuerdo alcanzado por Edmonds con la fiscalía para colaborar en la investigación sobre otros posibles infractores.
La sentencia se espera para el próximo 19 de diciembre. El acusado se enfrenta a una pena de cárcel de hasta 30 años, aunque es probable que su colaboración con la Justicia le permita reducirla.