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Una inversión de 500 millones de dólares resucitará una antigua mina de oro en Nueva Zelanda

Mina de oro de Blackwater (Nueva Zelanda)

La mina de oro de Blackwater, una de las más ricas de Nueva Zelanda, se cerró en 1951, debido a los altos niveles de contaminación que provocaba su actividad. Ahora, un proyecto de la compañía Tasman Mining pretende reanudar la actividad en la explotación, para lo que, de momento, ha previsto una inversión inicial de 500 millones de dólares.

La explotación comenzó su actividad en 1908. Situada en la Isla Sur del país, cerca de la ciudad de Waiuta, se convirtió en la mina más productiva de Nueva Zelanda durante las décadas posteriores, con una alta concentración de oro en el mineral extraído. Se calcula que durante entre 1908 y 1951 se extrajeron unas 700.000 onzas de oro (21,8 toneladas).

Sin embargo, era también una de las más contaminantes, liberando altas cantidades de arsénico al entorno. Tras un derrumbe que se registró en sus galerías en 1951, la compañía que entonces la explotaba decidió su clausura.

El territorio en el que se asentaba, cercano a la ciudad abandonada de Waiuta y a la vecina Reeftown, fue limpiado y recuperado por la compañía EnviroWaste en el año 2016.

Tras muchos años de inactividad, el pasado mes de julio de 2018, la compañía Tasman Mining adquirió la propiedad, que estaba en manos de la compañía OceanaGold, y obtuvo el preceptivo permiso de explotación emitido por la agencia gubernamental New Zealanda Petrol & Minerals. Su intención es reabrir la mina, utilizando los medios operativos más modernos, y mantener la mayoría de las operaciones bajo tierra, prolongando los túneles existentes hasta alcanzar el yacimiento, en vez de ampliar las instalaciones en superficie.

En principio, Tasman Mining piensa invertir 500 millones de dólares y confían en crear al menos un centenar de puestos de trabajo entre la población local. Según los estudios llevados a cabo por OceanaGold en 2014, la mina tiene potencial para producir unas 570.000 onzas de oro (17,7 toneladas) durante un periodo de 10 años, a razón de entre 50 y 60.000 onzas anuales (1,5-1,85 toneladas).

La compañía espera obtener cuanto antes los permisos necesarios para poder comenzar los trabajos en 2020.

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