El Gobierno venezolano sigue recurriendo a sus reservas de oro para obtener liquidez. A pesar del bloqueo decretado por los Estados Unidos para evitar el expolio del oro del Banco Central de Venezuela, el Ejecutivo que preside Nicolás Maduro se las está arreglando para realizar ventas periódicas. La última, por valor de unos 40 millones de dólares.
El Gobierno de Venezuela vendió oro de las reservas de su banco central por valor de unos 40 millones de dólares durante la segunda semana del mes de julio, a pesar de las sanciones impuestas por los Estados Unidos para cortar las vías de financiación del régimen autocrático de Nicolás Maduro, según ha informado Bloomberg, de fuentes conocedoras de la materia.
En concreto, según estas fuentes, el Banco Central de Venezuela vendió cerca de una tonelada de oro el pasado 12 de julio, reduciendo las reservas de Venezuela a su nivel mínimo de los últimos tres años, con un valor de mercado de apenas 8.100 millones de dólares.
Curiosamente, en el listado de reservas de oro de los bancos centrales que cada mes publica el Consejo Mundial del Oro, con datos del Fondo Monetario Internacional, las reservas de oro de Venezuela se mantienen en 161,2 toneladas desde que en octubre pasado bajaron desde 164,2.
Hay que tener en cuenta que los datos sobre reservas de oro que obran en poder del Fondo Monetario Internacional son las que comunican a este organismo los propios bancos centrales, y no están sometidas a ninguna auditoría, por lo que es posible que el Gobierno de Nicolás Maduro esté dando una cifra ficticia para no alarmar a los ciudadanos.
Según informa Bloomberg, desde principios del mes de abril, Venezuela ha vendido unas 24 toneladas de oro a países aliados como Turquía o los Emiratos Árabes Unidos, eludiendo el bloque de Estados Unidos, que pretende aislar a Venezuela del sistema financiero internacional.
Precisamente el pasado mes de abril, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro estadounidense incluyó al Banco Central de Venezuela en su lista de entidades sancionadas, con el objetivo de detener el lucrativo comercio de oro que llevaba a cabo el régimen de Nicolás Maduro para asegurarse la fidelidad de la cúpula militar.