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¿Veremos en 2019 el fin de la manipulación de los mercados del oro y la plata?

Recurso manipulación de los mercados financieros

Algunos de los principales bancos de inversión mundiales han sido condenados a pagar importantes sanciones tras ser encontrados culpables de prácticas prohibidas destinadas a manipular los mercados del oro y la plata, perjudicando a un buen número de pequeños inversores. Pese a ello, no se ha conseguido acabar con la manipulación de estos mercados, aunque hay signos alentadores de que el año 2019 puede ser el principio del fin.

En un interesante artículo publicado por Clint Siegner en Money Metals Exchange, se apunta la teoría de que se han producido importantes avances en la lucha contra la manipulación de los mercados del oro y la plata por parte de los grandes operadores bancarios internacionales, y que el año 2019 podría ser el punto de inflexión para acabar con esta práctica prohibida.

Según explica Siegner, existen numerosas pruebas de que bancos como JPMorgan o Deutsche Bank han estado realizando actividades prohibidas para manipular los mercados del oro y de la plata. Sin embargo, “un sistema cuidadosamente cultivado, de reguladores cautivos” ha permitido que los bancos siguieran con esta operativa, a cambio del pago de importantes multas económicas.

Ahora, ese sistema puede cambiar, después de que investigadores del FBI y abogados del Departamento de Justicia estén interviniendo en el caso. “Esta investigación ya no está en manos de los burócratas de la CFTC [Commodity Futures Trading Commission, el organismo regulador de los mercados de futuros en Estados Unidos], que no quieren desestabilizar el barco ni comprometer las perspectivas futuras de un posible cargo bien remunerado en Wall Street”, señala Siegner.

La entrada en el caso de funcionarios del Departamento de Justicia significa que están dispuestos a perseguir y castigar los delitos que se han cometido: los banqueros tendrán que explicar ante un jurado criminal, qué han estado haciendo. Y cuando hayan terminado, entrarán en acción los abogados que llevan las demandas colectivas y los jurados civiles”.

En opinión de Clint Siegner, por primera vez desde que empezaron a negociarse los futuros de metales, existe la posibilidad de que los banqueros corruptos tengan que responder de sus actos. “Queda mucho camino por recorrer aún y existen muchas razones para dudar de que el Departamento de Justicia haga honor a su nombre, pero hay esperanzas”, apunta el articulista.

¿Cómo sería un mercado de metales libre y justo? Para empezar, Siegner defiende que los mercados electrónicos de metales necesitan tener una conexión directa e indisoluble con el suministro y la demanda físicos. “No se debería permitir a los bancos que hagan frente a una demanda extraordinaria de metal con un suministro inagotable de papel”, advierte el artículo.

En efecto, algunos días los contratos de futuros negociados en el COMEX estadounidense pretenden representar la producción minera anual completa de plata. Y una vez que esta fiebre negociadora remite, se puede comprobar que apenas una pequeña parte de la plata física ha cambiado de manos. “Eso debe concluir”, advierte Siegner.

En su opinión, también hay que acabar con el “trading de alta frecuencia”, un sistema que confiere un tratamiento preferente a los bancos e instituciones inversoras y del que, probablemente, se ha estado abusando. “Es otra fórmula que tiene Wall Street de separar el trading electrónico de metales del suministro y la demanda físicas”, explica el artículo.

Por otro lado, los mercados de metales precisan de una mayor responsabilidad, ya que los bancos y algunos traders han estado operando con total impunidad durante décadas. “Los reguladores no parecían interesados o no eran capaces de promover el juego limpio. Por eso, merece la pena intentar la aplicación de soluciones basadas en el mercado y respaldadas con una amenaza auténtica de procesamiento y cárcel para quienes vulneren las leyes”, opina Siegner.

La fórmula empleada por Deutsche Bank en 2016, tras ser encontrado culpable, no debería volver a repetirse: “el banco, como institución, se declaró culpable. Pero no todos los individuos responsables serán castigados. La multa y la devolución serán pagadas en su mayor parte por los accionistas, no por los auténticos ladrones”.

El diagnóstico de Siegner es tan claro como contundente: “podría haber existido un mercado de metales que tratara de forma justa a todos sus participantes, si no fuera por el actual monopolio de los mercados financieros. El monopolio de Wall Street, apoyado y consentido por los reguladores federales, es el problema fundamental que hay que resolver”.

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