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Vino con oro: toda una experiencia gustativa, olfativa y visual

Bodegas Francisco Gómez es una compañía alicantina que ha sabido aunar tradición y revolución. Dentro de su amplia gama de productos de la tierra, con vinos y aceites de la más alta calidad, destaca por su exquisitez la Colección Trivium, que ofrece productos únicos con sello propio, series muy limitadas con la exclusividad y el gusto por lo sublime como sellos identificadores. Este es el caso de Gold Edition, un vino único, con el oro como elegante reclamo de un producto procedente de una excepcional cosecha.

Cada botella de Gold Edition encierra el exuberante y delicado lujo unido a la artesanía y al máximo respeto por la naturaleza, que dan como resultado un vino único y distinguido, una joya para disfrutar con todos los sentidos.

Elaborado de forma artesanal tras una exhaustiva selección de uvas Sauvignon Blanc y engalanado con destellos de glamuroso oro, el mimo con el que se ha elaborado este vino se refleja hasta en la cuidada y bella botella que lo contiene. No es para menos, cada una cuesta 136 euros. 

Hablamos de un vino especial para el que necesitamos un contenedor del mismo rango. Gold Edition se comercializa en botellas de forma triangular acompañadas de una cajita que alberga polvo de oro de un gramo, el cual no afectaría al sabor durante la consumición.

Desde la antigüedad el buen vino se ha considerado exclusivo de quienes convertían su disfrute en toda una experiencia. Pues bien, «con nuestro exclusivo Gold Edition no sólo pretendemos comercializar un vino más sino que transformamos el consumo de vino en una experiencia gustativa, olfativa y, sobre todo, visual», afirman los responsables de la bodega alicantina.

Gold Edition es el resultado de una mimada selección de cepas, recolectadas de forma excepcional a mano. Vendimia que se lleva a cabo de forma nocturna para no alterar las propiedades de la variedad francesa Sauvignon Blanc. De tal forma que lleguen a la bodega de forma totalmente fresca, conservando todas sus propiedades organolépticas.

El consiguiente despalillado de las mismas se efectua de forma manual y personalizada, es decir, racimo a racimo. En este sentido, la fermentación es otro proceso clave: esa particular piel verdosa le confiere al caldo en cuestión el característico color oro que posee.

El oro comestible nace también en la antigüedad, siendo empleado a lo largo de todos los tiempos para el aderezo de alimentos, confiriendo al comensal un estatus de privilegio.

Las Bodegas Francisco Gómez han sabido recoger el testigo de la antigua bodega La Serrata, donde ya se elaboraba vino en el siglo XVIII, llevando a cabo las reformas necesarias para situarla como referente alicantino en la producción e innovación agrícolas. La finca, que cuenta con más de 3.500 hectáreas – 250 de viñedos y 350 de olivares- es una industria moderna que desarrolla un trabajo milenario. Tradición y Revolución se dan la mano en estas modernas bodegas, situadas en un entorno incomparable, en las que priman la calidad, la sostenibilidad y el respeto al medioambiente.

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