El Gobierno de Zimbabue no tiene previsto modificar sus normas sobre la propiedad de los diamantes y el platino que se extraen de su territorio, lo que ha frustrado las expectativas de algunas compañías mineras del país, que esperaban que el nuevo marco jurídico de minería que se va a presentar en las próximas semanas rebajase las exigencias de propiedad a las mineras.
El pasado mes de marzo, Zimbabue modificó la ley que establecía la obligación de que las compañías mineras tuviesen una participación mayoritaria por parte del Estado, limitándola solo a los casos de los diamantes y el platino, de los que el país es un importante productor.
Según explicó recientemente a Reuters el ministro de Minería y Desarrollo Minero de Zimbabue, Winston Chitando (en la imagen), no habrá cambios en la ley de indigenización de la propiedad por lo que se refiere a los diamantes y el platino, acabado con la especulación de que el Gobierno de Zimbabue pudiera ceder a la presión de las mineras internacionales y rebajase sus pretensiones.
Desde alguna de estas compañías habían deslizado a la prensa la posibilidad de que el Gobierno relajara su postura si las compañías se comprometían a invertir más en las comunidades locales.
Tras el relevo del presidente Robert Mugabe, a finales de 2017, Zimbabue ha celebrado una serie de conferencias mineras, tanto en África como en Londres, en las que anunciaba a la comunidad minera internacional su intención de abrir a los inversores exteriores sus importantes recursos minerales.
Desde entonces, los progresos han sido muy lentos, aunque el ministro Chitando ha anunciado que en las próximas semanas se presentarán las nuevas políticas respecto a diversos minerales, entre los que se encuentran los diamantes y el oro.
Lo que no parece negociable, al menos en el caso de los diamantes y el platino, son las normas de indigenización, que contemplan que el Estado de Zimbabue tiene que tener una participación de al menos el 51% en el capital de las empresas explotadoras de las minas situadas en su territorio.
En el caso de los diamantes, se contemplan además una serie de normas que pretenden crear mayor valor para la industria del país, como asegurarse de que el cortado y pulido de las piedras se produzca en su propio territorio y no en otros países.