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El Banco Nacional de Hungría decide repatriar sus reservas de oro

Hungría parece haber tomado ejemplo de la decisión del Bundesbank alemán de repatriar parte de sus reservas de oro que estaban custodiadas en otros países y ha decidido hacer lo propio. En total, serán tres toneladas de oro las que viajarán a Hungría desde su ubicación actual, una cámara acorazada situada en Londres.

La decisión del Bundesbank alemán de repatriar la mayor parte de sus reservas de oro, que estaban custodiadas en Londres, París y Nueva York, y de la que dimos cumplida información en este medio, ha empezado a tener repercusiones en otros bancos centrales.

Además de Austria y Holanda, que también han repatriado sus reservas, ahora es el Banco Nacional de Hungría el que se ha sumado a esta política de localización de las reservas nacionales de oro, y ha decidido repatriar las 100.000 onzas (aproximadamente 3 toneladas) de este metal que se encuentran custodiadas en Londres. Unas reservas que, a precios actuales, están valoradas en 33.000 millones de florines (unos 131 millones de dólares).

El argumento esgrimido por el Banco Nacional de Hungría para justificar la repatriación es el mismo que motivó el traslado de parte de las reservas del Bundesbank desde Londres, París y Nueva York a Francfort: la reducción del riesgo que supone no contar con las reservas de oro en el propio territorio nacional.

Desde el Banco Nacional de Hungría apuntan también que esta decisión ayudará a fortalecer la confianza del mercado hacia Hungría.

El banco central húngaro se fundó en 1924 y se encargaba de custodiar las reservas de oro del país. Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, esas reservas fueron transportadas a Austria en el famoso “Tren del Oro”, que fue interceptado por el Ejército estadounidense y, posteriormente, repatriado al país en 1946.

A principios de la década de los 70 del siglo pasado, el Banco Nacional de Hungría llegó a tener unas reservas de entre 65 y 70 toneladas de oro. Pero a finales de la década siguiente (en 1989 contaban con 50 toneladas de oro) el Gobierno decidió reducir esas reservas al mínimo y, en su lugar, invertir en deuda soberana. Unos activos que, desde el colapso de los Acuerdos de Bretton Woods, se considera más seguro, más líquido y con mayores rendimientos.

Sin embargo, a partir de 2010, la tendencia volvió a cambiar y los bancos centrales comenzaron a acumular oro, como medio de protegerse de la crisis financiera.

En comparación con los bancos centrales de otros países centroeuropeos, Hungría posee una cantidad muy pequeña de oro. Según los últimos datos publicados a principios de febrero por el Consejo Mundial del Oro, Hungría ocupa el puesto 90, con 3,1 toneladas de oro, que apenas representan el 0,5% del total de sus reservas en divisas.

Otros países de su entorno superan con mucho esta cifra. Por ejemplo, Austria cuenta con 280 toneladas; Rumanía tiene 103,7; Polonia cuenta con 103 toneladas; Bulgaria acumula 40,4; Eslovaquia, 31,7; Serbia, 19,3; y la República Checa dispone de 9,4 toneladas.

Desde 1992, el Banco Nacional de Hungría ha mantenido más o menos el mismo nivel de reservas en oro, que en los últimos años han oscilado entre las 3,05 y las 3,14 toneladas.

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