El Banco Nacional de Rumanía no tiene previsto repatriar la parte de sus reservas de oro que se encuentra depositada en las cámaras acorazadas de Londres y que equivale a algo menos de la mitad del total de reservas con que cuenta el país y que, a cierre del pasado mes de febrero, se elevaban a 103,7 toneladas.
Después de que los bancos centrales de varios países como Hungría, Austria u Holanda hayan tomado medidas para repatriar la totalidad o parte de las reservas que tienen depositadas en las cámaras acorazadas de Londres, el Banco Nacional de Rumanía ha dejado claro que no va a seguir esta tendencia, que algunos analistas atribuyen al miedo ante la inestabilidad geopolítica internacional.
Según informa el diario local Business Review, las reservas de oro del país, que se elevan a 103,7 toneladas, están almacenadas en tres países: casi el 60% del total se encuentra en las cámaras acorazadas de la sede central del propio Banco Nacional, en Bucarest; unas 41 toneladas están depositadas para su custodia en el Banco de Inglaterra; y 5 toneladas se encuentran en la sede de Basilea (Suiza) del Banco de Pagos Internacionales.
Sin embargo, esta proporción se ha ido modificando con el tiempo: hace apenas dos años, el porcentaje de reservas de oro que estaba custodiado fuera de las fronteras de Rumanía era superior al 60% del total, frente al 40% de la actualidad.
Desde el Banco Nacional de Rumanía consideran que mantener una parte significativa de sus reservas de oro en Londres influye positivamente en el rating del país e incrementa la credibilidad del mercado financiero rumano en el exterior. Pero no contempla la posibilidad de negociar con el oro depositado en Londres, como está haciendo el Banco Central de la República Argentina con las 11 toneladas de oro de sus reservas que decidió enviar a Londres en septiembre pasado. Los responsables del banco central rumano consideran que existe un riesgo de perder parte de esas reservas en caso de quiebra del banco de inversión que negocie con el oro.
Desde Rumanía tampoco se plantean la posibilidad de mover sus reservas de oro depositadas en Londres a causa del Brexit, ya que consideran que esta ciudad es uno de los principales centros financieros del mundo.
El primer banco en poner en práctica esta política de repatriación de sus reservas de oro fue el Bundesbank, como respuesta a una auditoría que ponía en tela de juicio el control de este organismo sobre las reservas de oro alemanas custodiadas en Nueva York, Londres y París.
El Bundesbank ha ido repatriando progresivamente estas reservas hasta que el pasado mes de agosto dio por concluido el programa.