Desde que los bancos centrales de Rusia y China dejaron de aumentar mensualmente sus reservas de oro, el Banco Central de la República de Turquía ha tomado el relevo y se ha convertido en el principal comprador de metal precioso dentro del sector oficial. El Gobierno del país apuesta por el oro ante la devaluación de la divisa local, pero ello supone una importante factura mensual en concepto de importaciones. Por ello, la nueva estrategia de Turquía pasa por incrementar la producción local para equilibrar la balanza.
Según el diario digital turco Hürriyet Daily News, el objetivo del Gobierno de Erdogan, manifestado por medio de su ministro de Energía y Recursos Naturales, Fatih Dönmez, es aumentar la producción local hasta las 100 toneladas anuales en los próximos cinco años.
Según Dönmez, “hemos cartografiado con rayos X todo el territorio geofísico de Turquía entre 2017 y 2018. El estudio de esas imágenes ha concluido y estamos llevando a cabo un programa de un millón de metros de perforaciones anual en busca de oro desde entonces”.
Este programa ha permitido localizar nuevas reservas de oro y construir nuevas minas para explotarlo. La producción máxima de oro de Turquía fue de 38 toneladas en 2019 y se estima que la de 2020 aumentará hasta las 44 toneladas, a pesar de la pandemia.
El objetivo del Ministerio de Energía y Minas es duplicar esta cifra en los próximos cinco años, hasta alcanzar las 100 toneladas anuales.
Con ello se lograría equilibrar una balanza comercial que, al igual que sucede en países con escasa producción y elevado consumo como la India, se ve afectada por la importación mensual de metal.
Durante los últimos años, el país ha importado una media de 150 toneladas anuales de oro. La factura de estas importaciones se elevó a 12.500 millones de dólares en 2019. Frente a ello, el país exportó oro procesado por un valor de apenas 7.000 millones de dólares.
La situación es aún peor en el primer semestre de 2020, en el que se ha importado oro por valor de 11.500 millones de dólares, mientras que las exportaciones han sido de apenas 3.000 millones.
Como consecuencia, el balance en cuenta corriente de Turquía registró un déficit de 1.800 millones de dólares en julio, mientras que la cifra acumulada de los últimos 12 meses se elevaba ya a 14.900 millones, según las cifras del Banco Central de la República de Turquía.
La cifra de julio es peor que el superávit de 1.900 millones de dólares registrado en julio de 2019, aunque mejora el déficit de 2.900 millones del pasado junio.
A cierre de julio, las reservas de oro de Turquía se elevaban a 602,7 toneladas, valoradas en alrededor de 40.000 millones de dólares, un 11,5% más que el mes anterior.
Según el ministro de Energía y Recursos Naturales, “tenemos que extraer el oro que está en nuestro territorio, como hacen Estados Unidos, Canadá, Australia y otros países. En Turquía vamos a adoptar los mismos procedimientos para la extracción de oro que los países desarrollados”.