El rodio ha continuado con su tendencia alcista en 2020: en lo que llevamos de año, se ha revalorizado más de un 130% y alcanzó en agosto su precio máximo histórico: 14.500 dólares la onza. Su actuación ha servido para compensar las pérdidas de las mineras de platino, especialmente en Sudáfrica.
El último informe Precious Metals Weekly, de la consultora británica Metals Focus, se centra precisamente en el rodio, metal que en estos momentos cotiza a unos 13.900 dólares la onza, ligeramente por debajo del récord histórico que alcanzó el pasado mes de agosto.
Según el informe, a diferencia de las últimas veces que protagonizó estas subidas, el actual rally del rodio se debe a una combinación única de factores relacionados con el suministro y la demanda.
El principal sector demandante del rodio es el automovilístico, debido a la especial eficiencia del metal en la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) procedentes de los vehículos.
El endurecimiento de la legislación relativa a estas emisiones, tanto en Europa como en China, ha provocado que los fabricantes de automóviles se hayan visto obligados a incrementar la cantidad de rodio utilizada en la fabricación de catalizadores.
Al igual que sucedió con el oro y la plata, el rodio también sufrió una severa corrección durante el mes de marzo, perdiendo el 60% de su valor en apenas ocho días, ante los temores a la repercusión de la pandemia en las ventas de vehículos. Sin embargo, el rodio se recuperó con rapidez, gracias a la mejora del sentimiento de los inversores y al temor a una falta de suministro.
Como señala el informe de Metals Focus, el rodio es, con diferencia, el más escaso de los tres metales principales del grupo del platino (platino, paladio y rodio). La mayor parte del suministro minero, alrededor del 82% de la producción global en 2019, se concentra en Sudáfrica.
Dentro de Sudáfrica, el rodio abunda especialmente en el llamado Upper Group 2 Reef (UG2), dentro de la región minera del Bushveld, por lo que se encuentra especialmente concentrado en un número muy reducido de minas.
El problema es que las mineras que extraen rodio, lo hacen como subproducto del platino o el paladio. Por ello, aunque el UGS Reef sea el más rico en rodio, la atención de las mineras se ha centrado en el vecino yacimiento de Merensky, donde cuentan con una mayor concentración de platino, lo que lo hace más rentable desde el punto de vista económico.
El cambio en las cotizaciones de platino y paladio, con la inversión en el precio de ambos desde finales de 2017, incentivó la apertura de nuevos proyectos en el vecino Platreef, más rico en este metal, y cambió la distribución de la obtención de beneficios de la cesta de metales del grupo del platino en Sudáfrica (ver gráfico).
Las compañías mineras sudafricanas han sido, tradicionalmente, productoras de platino, más abundante y de mayor precio que el resto de metales durante muchos años. Hace cuatro años, el platino representaba el 59% del beneficio y el paladio, el 36%; el rodio apenas aportaba un 5%.
Sin embargo, la situación actual es muy diferente: en el primer semestre del año, la mayoría de las mineras obtuvieron más beneficios con la venta del rodio que con la de cualquier otro de los metales. El platino, por ejemplo, apenas aportó el 20%.
Ante el crecimiento de la demanda de rodio y su estratosférico precio, las compañías mineras se están planteando un cambio estratégico. Por ejemplo, la subida del rodio ha impedido el planeado cierre de las minas de Marikana y Rustenburg, de Impala, en las que se extrae también este metal. Y las operaciones de Northam Platinum en Booysendal y Eland van a centrarse en el UG2 Reef, más rico en rodio.
Todos estos proyectos se han visto afectados por la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, que ha congelado las inversiones de capital y el desarrollo de nuevos proyectos.
El cierre de minas durante la pandemia va a provocar que el suministro de rodio se reduzca un 20% a finales de año respecto a las cifras de 2019, una cifra que no ha sido mayor gracias a que Impala ha sacado al mercado parte de sus reservas.
Para 2021, los analistas de Metals Focus estiman que la producción de rodio se va a recuperar, alcanzando niveles similares a los de 2019, aunque las perspectivas a largo plazo no son tan optimistas. Las compañías mineras se muestran reticentes a embarcarse en costosos proyectos y prefieren primar la retribución a sus accionistas.
Además, el rodio sigue siendo considerado un subproducto de otros metales. A pesar de su alto precio, su enorme volatilidad hace que construir una mina para extraer exclusivamente rodio todavía se considere como una empresa excesivamente arriesgada.