El precio del oro subió a primera hora de este lunes, 26 de julio, impulsado por la bajada de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y por la preocupación a causa del alarmante aumento del número de contagios de la variante Delta del coronavirus. Mientras, el mercado está pendiente de la reunión que va a celebrar esta semana el Consejo de la Reserva Federal.
El precio del oro aumentó a primera hora de la mañana de este lunes, 26 de julio, apoyado por factores como la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU y por el aumento de los contagios de la variante Delta del Covid-19 a escala internacional.
El precio spot subió un 0,3%, hasta los 1.806,32 dólares la onza, a primera hora de la mañana, mientras que los contratos de futuros de oro en EEUU subieron otro 0,3%, hasta los 1.806,30 dólares.
El precio fixing cerró la sesión del 23 de julio en la London Bullion Market Association (LBMA) a 1.799,60 dólares, después de haber llegado esa misma semana a los 1.823.
Según Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management, “no hay garantías de que nos vayamos a librar de momento de este azote [Covid-19] y esto está beneficiando al papel del oro como activo refugio, ya que los bancos centrales van a mantener una política moderada”.
Pese a ello, Innes no cree que vaya a producirse un movimiento en masa de los inversores hacia el oro, a no ser que la situación sanitaria se deteriore de forma significativa.
El número de casos de coronavirus ha seguido incrementándose durante el pasado fin de semana: un buen número de países de Asia y Europa están luchando por controlar el aumento de contagios de la variante Delta.
De momento, la próxima resistencia en cuanto al precio spot del oro se encuentra en torno a los 1.810 dólares la onza.
Otro de los factores que ha influido en la subida del precio del oro ha sido la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, lo que ha reducido el coste de oportunidad de invertir en el metal precioso.
Por su parte, el Índice Dólar (que compara al dólar estadounidense con el euro, el franco suizo, la libra esterlina, la corona sueca, el yen japonés y el dólar canadiense) se mantuvo cerca de su máximo de los últimos tres meses y medio, lo que ha afectado a la cotización del oro.
Un dólar más fuerte implica que el precio del oro es más caro para los inversores que manejan otras divisas, por lo que la divisa estadounidense y el metal precioso mantienen una relación inversa.
Desde OCBC Bank señalan que el oro va a seguir viéndose afectado por los movimientos de los rendimientos de los bonos del Tesoro y el dólar, por lo que va a experimentar escasas variaciones.
De momento, el mercado está pendiente de la próxima reunión del Consejo de la Reserva Federal, entre el 27 y el 28 de julio. Aunque no se espera que la Fed realice cambios significativos en su política monetaria, los inversores tratarán de identificar alguna pista sobre el momento en el que el banco central estadounidense decida un cambio de rumbo.
Respecto al resto de metales preciosos, la plata ha subido un 0,3%, hasta los 25,24 dólares la onza; el paladio cedió un 0,1% y está a 2.668,48 dólares la onza; y el platino subió un 0,2%, hasta los 1.063,23 dólares la onza.