El pasado 15 de enero tuvo lugar la convocatoria de un concurso internacional por parte de Egipto para la concesión de permisos de explotación de sus yacimientos de oro, la mayoría de los cuales se encuentran localizados en el Sinaí y el Desierto de Nubia, según la información de la Autoridad Egipcia de Recursos Minerales (EMRA, por sus siglas en inglés).
Como ya informamos en su momento desde Oroinformacion, se trata de la primera vez desde 2009 que el país invita a las compañías mineras internacionales a realizar ofertas para adjudicarse la explotación de los yacimientos de oro localizados en territorio egipcio.
Según EMRA, el coste de participar en la ronda de ofertas, fijada para mediados del mes de abril, es de 1.000 dólares, a los que habrá que añadir otros 5.000 dólares, en concepto de coste de la documentación facilitada con información detallada y datos técnicos de cada una de las cinco áreas que se ofertan.
Egipto cuenta con importantes yacimientos en su territorio y ha acudido a ellos como recurso para paliar la crisis económica derivada de la caída de ingresos en dólares desde que la Revolución de 2011 provocó la huida de turistas e inversores. Una opción que no explotaba desde el año 2009 y que ya anunció el año pasado, aunque la ronda de ofertas se ha retrasado en varias ocasiones.
En la actualidad, la única mina de oro en explotación en el país es la de Sukari (en la imagen), situada en el Desierto de Nubia y explotada por la compañía australiana Centamin. Según la compañía, la mina cuenta con unas reservas estimadas de 8,8 millones de onzas y su vida útil es de unos 20 años.
Otra compañía internacional, la canadiense Alexander Nubia International, también está presente en el Desierto de Nubia, a unos 800 km. al sudoeste de El Cairo, aunque de momento está en fase de exploración y espera abrir su primera mina en la zona para 2019.
El Gobierno egipcio confía en el oro para impulsar las exportaciones y generar reservas en divisas. Pero todo depende ahora de las ofertas que realicen las compañías inversoras internacionales, que ya en el pasado se han quejado de las poco atractivas condiciones impuestas en anteriores procesos de adjudicación, lo que ha provocado que hasta ahora el sector minero egipcio haya permanecido infraexplotado.