El precio del oro no podrá recuperar el nivel de los 1.400 dólares la onza, que alcanzó por última vez el 29 de agosto de 2013, sin contar con un factor necesario como es la volatilidad de los mercados financieros y la debilidad del dólar estadounidense.
El precio del oro no podrá recuperar el nivel de los 1.400 dólares la onza, que alcanzó por última vez el 29 de agosto de 2013, sin contar con un factor necesario como es la volatilidad de los mercados financieros y la debilidad del dólar estadounidense.
Son las previsiones de Jim Steel, analista de metales preciosos de HSBC, en su presentación durante la London Metals Exchange Week, celebrada recientemente en Londres, en la que señaló que “para volver a ver el oro a 1.400 dólares la onza será necesario que se produzcan importantes cambios en los mercados financieros, así como una mayor debilidad del dólar”.
Sin embargo, desde HSBC creen que el dólar va a seguir fortaleciéndose gracias a las subidas de tipos de interés que la Reserva Federal va a seguir llevando a cabo en lo que queda de año y en 2019.
En cuanto al precio del oro, desde el banco británico apuntan a una media de 1.271 dólares la onza para el año 2018 y 1.292 para 2019. Una escasa volatilidad que desde la entidad atribuyen a la estabilidad de los mercados financieros y de los activos de renta fija.
Esta estabilidad y la fortaleza del dólar son los factores que han impedido que el oro luciera como activo refugio en un momento de inestabilidad geopolítica y económica, como el que hemos vivido durante 2018, con las sanciones económicas a varios países y la guerra comercial entre los Estados Unidos y China.
De hecho, según HSBC, los inversores han optado por posicionarse en bonos del Tesoro estadounidense, anticipándose a las subidas de tipos de interés durante 2018 y 2019, lo que ha fortalecido aún más al dólar y perjudicado al oro.