Una moneda de cinco centavos de dólar (“half dime”, según la denominación estadounidense), acuñada en el año 1792 y que estuvo en posesión del que fuera secretario de Estado Thomas Jefferson y del primer director de la United States Mint, David Rittenhouse, se ha vendido en Nueva Jersey (EEUU) por una cifra récord de 1.985.000 dólares.
La moneda es la mejor conservada de su clase y fue catalogada por la Professional Coin Grading Service (una de las entidades dedicadas a la graduación numismática) con un 68 sobre 70, en la escala que se utiliza en los Estados Unidos.
Se trata de medio “dime” (palabra que en Estados Unidos designa a la moneda de diez centavos), una denominación que se acuñó en plata entre los años 1792 y 1873, y que ha alcanzado la cifra más alta pagada por una moneda de su clase: 1.985.000 dólares.
El vendedor ha sido Classic Coin Company y, como suele ser habitual en estos casos, la identidad del comprador no ha sido revelada, aunque se sabe que es el propietario de la Dazzling Rarities Collection, una colección de las mayores rarezas numismáticas acuñadas en los Estados Unidos.
El reverso de la moneda muestra la palabra “DISME”, que es la antigua denominación de lo que luego se conoció como “dime”, la popular moneda de diez centavos. Por eso se conoce a esta pieza como el “Half Disme” de 1792.
Parte de su rareza estriba en el hecho de que estas monedas fueron las primeras que se acuñaron bajo la autoridad de la Constitución estadounidense de 1788, y las primeras acuñadas tras la autorización por parte del Congreso, por medio de la llamada “Mint Act” de 1792, por la que se creaba la United States Mint.
Según Brian Hendelson, presidente de la compañía vendedora, Classic Coin Company, el “Half Disme” de 1792 “es una moneda muy pequeña, pero con una gran importancia histórica”.
Los aficionados a la numismática tuvieron ocasión de ver la moneda durante la reciente convención de la American Numismatic Association (ANA), que se celebró el pasado mes de agosto en Filadelfia. Presenta una pátina irisada y ha sido catalogada como MS68 (“Mint State”, es decir, en perfecto estado, como recién salida de la ceca, y con un 68 sobre 70), según la graduación utilizada en los Estados Unidos.
Brian Hendelson compró la moneda en 2013 y la ha exhibido en dos convenciones de la ANA, en Chicago (2013) y en Denver (2017), además de exponerla entre 2014 y 2015 en Mount Vernon, la residencia de George Washington en Virginia.
Según la información publicada por el Museo del Dinero de la ANA, el 13 de julio de 1792 se acuñaron las primeras monedas por parte de la United States Mint, a petición del entonces presidente, George Washington, en un sótano adyacente al local destinado a la nueva ceca.
Las monedas de esta primera emisión fueron distribuidas por el propio Thomas Jefferson, entonces secretario de Estado, entre diversos dignatarios extranjeros y miembros del Gobierno, como tarjeta de presentación de la US Mint y anuncio de la nueva República Americana.
La moneda en cuestión permaneció en poder del primer director de la US Mint, David Rittenhouse (se conoce también como el “Rittenhouse Half Disme” de 1792) y de sus herederos, entre 1792 y 1919. Posteriormente pasó a formar parte de algunas colecciones como la Knoxville y la Cardinal Collection.
La reciente venta le ha permitido a esta pequeña moneda batir su propio récord, ya que en 2007 se vendió por 1,5 millones de dólares, que era la cifra más alta obtenida por un “half dime”.
Los coleccionistas numismáticos estadounidenses se disputan este tipo de piezas, que forman parte de la historia del país, a pesar de que apenas tienen dos siglos y medio de antigüedad, muy poca en comparación con monedas como los áureos o los denarios romanos, con 20 siglos o más de historia.
Recientemente salió a subasta en los Estados Unidos un Eagle de oro acuñado en ese mismo año de 1792, con la imagen de George Washington, que nunca llegó a circular y que permaneció en manos del propio presidente estadounidense. Curiosamente, pese a ser una moneda de oro, de mayor valor facial, la cifra obtenida fue de 1,7 millones de dólares, inferior a los 1,95 pagados por el modesto “Half Disme” de 1792.