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París quiere suceder a Londres como la capital mundial del comercio del oro

Diana con dardos de Francia y Gran Bretaña

Londres es uno de los centros financieros y comerciales más importantes del mundo. En lo que se refiere al oro, la capital inglesa alberga el principal mercado mundial del oro. Allí es donde se realiza la mayor cantidad de transacciones relacionadas con este metal y el lugar con mayor cantidad de lingotes de oro por kilómetro cuadrado.

La importancia de Londres como mercado global del oro radica especialmente en que es la sede de la London Bullion Market Association (LBMA), el principal mercado de este metal en el mundo y en el que se fija el precio del mismo.

Además, en la ciudad se encuentran las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra, que custodian no solo el oro que constituye las reservas del Reino Unido (310,3 toneladas, según los últimos datos del Consejo Mundial del Oro), sino también el de numerosos bancos centrales del mundo, que quieren descentralizar sus reservas por motivos de seguridad y mantenerlas cerca del principal mercado mundial, para poder negociar con ellas.

Entidades como el Bundesbank (que recientemente ha repatriado parte del oro que tenía en Londres), el Banco Central de la República Argentina, el Banco Nacional de Rumanía, el Banco Nacional de Hungría o el Banco de Venezuela han sido noticia por sus envíos o repatriaciones de oro en Londres.

Sin embargo, otro gran centro de poder en Europa amenaza con desbancar a Londres de su puesto de privilegio en el comercio internacional de oro. Según informa el diario británico Daily Express, París se está postulando como “un mercado clave para el oro”, después de que el Banque de France haya presentado una serie de servicios relacionados con los metales preciosos, que va a ofrecer conjuntamente con el gigante bancario estadounidense JPMorgan.

Estos servicios incluyen swaps, préstamos y depósitos de oro destinados a los bancos centrales mundiales, servicios que hasta el momento solo estaban disponibles en Londres.

El Banque de France

La entradilla del artículo firmado por la subgobernadora del Banque de France, Sylvie Goulard, en el último número de la revista Alchemist, editada por la propia LBMA, contiene toda una declaración de principios al respecto.

Según Goulard, “el Banque de France siempre ha sido un actor principal en el mercado global del oro. Desde su creación en 1800, mantiene una de las mayores reservas de oro y plata del mundo. El Napoleón (moneda de oro de 20 francos) fue una de las monedas icónicas de los siglos XIX y XX, compitiendo con el Soberano británico y con el American Eagle”.

En el artículo, la subgobernadora presume del llamado “Souterraine”, la enorme cámara acorazada subterránea del Banque de France, construida entre 1924 y 1927 por 1.200 trabajadores, a 29 metros por debajo del nivel del Sena. La cámara mide más de 10.000 metros cuadrados y está sostenida por 720 pilares. En ella se albergan las 2.435,4 toneladas que constituyen las reservas de oro de Francia, además de parte de las reservas de otros países.

La subgobernadora concluye el artículo señalando que “aunque estos servicios de inversión en oro solo se ofrecían desde Londres, desde hace poco el Banque de France los ofrece también desde París, gracias a su acuerdo con un importante banco comercial con mucha actividad en el mercado del oro. Por ello, y gracias a las mejoras en las cámaras acorazadas del banco y a estos innovadores servicios, París podría volver a ser gradualmente un mercado clave para el oro”.

El Brexit, una de las claves

Este asalto por parte de París al mercado global del oro se planteó antes de que se celebrara en el Reino Unido el referéndum que aprobó el Brexit y, según el Daily Express, “Emmanuel Macron ha sido implacable en su maniobra de arrebatar el negocio del oro a Londres, mientras las negociaciones sobre el Brexit prosiguen, sin signos visibles de alcanzar pronto un acuerdo”.

De hecho, el presidente francés ya planteó a principios de año sus planes para convertir a París en el principal centro financiero europeo, provocando una “fuga de talentos” desde el sector bancario británico e intentando convencer a los numerosos bancos internacionales que tienen su sede europea en Londres de que la trasladen a París tras el Brexit.

De momento, Macron ya se ha apuntado un tanto, al conseguir el traslado de la sede de la Autoridad Bancaria Europea desde Londres a territorio francés. Y bancos como JPMorgan, Bank of America o Nomura se están planteando el traslado de sus sedes europeas a París, lo que acercaría el objetivo del Gobierno francés de convertir París en el principal centro financiero europeo.

Habrá que ver lo que sucede con la London Bullion Market Association una vez que se produzca efectivamente el Brexit.

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