Los planes de repatriación desde el Banco de Inglaterra de 14 toneladas de oro por parte del Gobierno de Venezuela se están complicando cada vez más. A la influencia del bloqueo decretado por los Estados Unidos contra las operaciones de venta de oro de Venezuela se une ahora la petición de la propia oposición al Gobierno de Nicolás Maduro, que ha solicitado al banco central inglés que deniegue la devolución del oro.
El Gobierno de Venezuela se está encontrando con más dificultades de las previstas a la hora de repatriar un total de 14 toneladas de oro que forman parte de sus reservas y que se encuentran depositadas en las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra, en Londres.
Como ya informamos desde este periódico, la repatriación se retrasó dos meses debido a que, según el Banco de Inglaterra, no se había podido contratar un seguro que cubriera el envío del metal precioso.
Ahora, la operación se ha complicado un poco más, después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, y el coordinador político del partido centrista socialdemócrata Voluntad Popular, Carlos Vecchio, enviaran una carta al gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, en la que le pedían que rechazara la petición de repatriación del oro del Gobierno de Venezuela y acusaban a Nicolás Maduro de corrupción.
Según se dice en la carta, filtrada desde el diario Miami Herald, “esta transacción está claramente impulsada por unos motivos inmorales e ilegales: Maduro y sus socios han utilizado de manera sistemática los activos del Estado venezolano (incluyendo el oro) para llevar a cabo acciones de blanqueo de capitales y para facilitar la supervivencia y proliferación de un sistema de corrupción y represión financiado por la dictadura venezolana usando el dinero de los ciudadanos (…) Maduro y sus socios han estado robando grandes sumas de dinero”.
Los representantes de la oposición venezolana afirman también en su escrito dirigido al gobernado del Banco de Inglaterra que la operación supondría vulnerar las sanciones impuestas por los Estados Unidos contra las operaciones en oro de Venezuela: “Creemos que la repatriación del oro de Venezuela supondría una vulneración, por parte del Banco de Inglaterra, de sus obligaciones para prevenir el blanqueo de capitales y la corrupción. Además, esta transacción es un intento directo, por parte de la dictadura de Venezuela, de burlar las sanciones impuestas por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump”.
El Banco de Inglaterra ha rechazado hasta ahora la solicitud de repatriación de oro de Venezuela por valor de 550 millones de dólares y han solicitado que el Gobierno de Maduro revele qué pretende hacer con ese oro, para garantizar que se está cumpliendo la ley contra el blanqueo de capitales.
Según el diario británico The Times, desde el Banco de Inglaterra temen que Maduro intervenga el oro, que es propiedad del Estado, y lo venda para lucro personal.
Desde The Times apuntan también que se sospecha que parte de las reservas de oro que Venezuela tiene depositadas en el Banco de Inglaterra se han estado usando, hasta el año pasado, como garantía de diversos préstamos de bancos globales por importe de miles de millones de dólares.
De hecho, uno de estos préstamos que no pudo ser devuelto a tiempo significó que el banco alemán Deutsche Bank se quedó como parte de ese oro que el Gobierno de Venezuela había puesto como garantía de la operación.
Otro de los motivos que ha retrasado la decisión sobre la operación ha sido la dificultad de encontrar una compañía que asegure el transporte de un cargamento de oro tan importante, ya que los costes son muy elevados.
La cuestión de la repatriación de parte de las reservas de oro de Venezuela no es una novedad. El anterior presidente, Hugo Chávez, ordenó en 2011 el regreso de alrededor de 160 toneladas de oro a territorio venezolano desde los bancos europeos y americanos en que estaban custodiadas. Desde entonces, la mayor parte de este oro se ha vendido discretamente.