El aumento del interés de los inversores asiáticos por el oro ha impulsado la ratio oro/plata (que mide el número de onzas de plata que se necesitan para adquirir una de oro) a niveles comparables a los que alcanzó tras la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, considerado el momento en que comenzó la crisis financiera de la última década.
El renovado interés de los inversores asiáticos por el oro como defensa frente a la inestabilidad en los mercados financieros y al aumento de los riesgos geopolíticos ha impulsado la ratio oro/plata hasta unos niveles que no se veían desde hace una década.
Según Nikkei Asian Review, esta magnitud constituye un indicador de cómo los inversores valoran ambos metales. Aunque los precios de ambos suelen moverse al unísono, en momentos de crisis los inversores se decantan por el oro, lo que provoca que la ratio suba, como ocurrió en 2008 y está ocurriendo también ahora.
En estos momentos, el precio del oro ronda los 1.310 dólares la onza, unas 83 veces más que el precio de la plata, que se sitúa en 15,70 dólares la onza.
En febrero de 2016, la ratio subió hasta 80 y después comenzó una breve caída hasta que en 2017 volvió a subir de nuevo. Desde febrero de 2018, la cifra se ha mantenido por encima de 80.
En la evolución del precio del oro a largo plazo resultan cruciales los datos de demanda de los dos principales consumidores mundiales, China y la India. Según los datos más recientes facilitados por la China Gold Association, el país consumió más de 1.150 toneladas de oro en 2018, un 5,7% más que el año anterior, lo que lo convierte en el mayor comprador mundial de oro por sexto año consecutivo.
Por su parte, en las áreas rurales y entre las clases medias de la India se espera que crezca la demanda de oro gracias a las exenciones fiscales sobre las inversiones en oro y a la reducción de impuestos sobre el metal contempladas en los presupuestos provisionales del Gobierno de Narendra Modi.
Aproximadamente el 90% de la demanda global de oro la acaparan los sectores de joyería e inversión, mientras que el 60% de la demanda de plata corresponde al sector industrial, que no atraviesa por su mejor momento, lo que está afectando al precio de este metal.
La ratio oro/plata alcanzó una cifra récord de 100 en el año 1991, durante la Guerra del Golfo y registró 84 a comienzos de la pasada crisis financiera, en 2008. La media de los últimos 20 años de esta proporción entre los dos metales se encuentra en torno a 60.
El precio del oro se ha visto presionado a la baja durante el último año por las subidas de tipos de interés en los Estados Unidos, pero la agitación en los mercados financieros, a causa de la guerra comercial entre este país y China, y de la incertidumbre geopolítica global, ha mantenido en un nivel alto la demanda de oro por parte de los inversores.
El hecho de que la Reserva Federal haya sugerido en su última reunión que va a esperar a ver la evolución de la economía antes de llevar a cabo nuevas subidas de tipos de interés ha contribuido también a aumentar el interés de los inversores por el metal que, según el Consejo Mundial del Oro, se va a convertir en un interesante elemento de protección de las carteras de inversión durante 2019.
Según Nikkei Asian Review, los analistas creen que la ratio oro/plata va a seguir en niveles máximos, ya que los efectos de la guerra comercial chino-estadounidense están provocando que los inversores asiáticos recurran cada vez más al oro.